martes, 14 de octubre de 2008

Reflexiones de un tampón

Tengo 23 días de vacaciones y estoy relajadamente en un cuarto de baño, y se me vienen unas cuestiones al cordón.

Se supone que yo soy un artículo de primera necesidad, más que de primera necesidad yo diría que evito la contaminación visual, porque ¿os imaginaís sino esas mujeres tan monas ellas paseando con su pantalón blanco ajustado y su tanguita, en esos días tan "íntimos", sin mí, usando esos paños higíenicos de tela que usaban sus abuelas?

Entonces ¿por qué a mi precio se le añade un 16% de IVA?

Con ésto de la crisis, al final van a dejar de comprarme.

Imaginad a Almudena Cid, con sus maillots todo ajustaditos con esos trapitos, o Gemma Mengual, recibiendo sus preciosas medallas, cayéndole por las piernas esos efluvios de óvulos no fecundados por haber usado un preservativo, que soporta un 4% de IVA.

Después de los escalofrios que me han producido semejantes visiones, ¿merezco que reduzcan mi precio o no?, si hago un bien a la sociedad inconmensurable.

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