En la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Beijing, vimos como Londres recogía el testigo por medio de un número en el que se podían observar varios de los estereotipos relacionados con la ciudad, entre ellos el típico autobús de dos pisos. En esta representación, varias personas corrían para montarse primero en el autobús, incluso llevándose por delante a un minusválido en silla de ruedas. ¡Vaya civismo! Si este era el momento para mostrar lo mejor de sí mismos y tratan así a los minúsválidos, ¿cómo será en realidad?
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